Mensaje Personal

 

 

Como estudiante de Odontología, es imperioso sentir la capacidad de asombro a través del descubrimiento de nuevas actividades, materias, prácticas, ocupaciones y evaluaciones a medida que pasan los años. Sin embargo, todas estas capacidades y habilidades son adquiridas en forma individual en gran o menor medida, sintetizadas a juicio propio y evaluadas por nuestros docentes.

A través del estudio y el aprendizaje, podemos demostrar sabiduría y capacidades para posteriormente aplicarlos y finalizar un tratamiento o una evaluación, así sucesivamente, a través del tiempo nos limitamos a lo que existe a nuestro alcance.

Pero si el universo es infinito, ¿significa que no existen límites?

La percepción de mundo siempre será limitada, a no ser que individualmente podamos sentir la necesidad de descubrir realidades que descansan en paralelo a nuestro vivir cotidiano.

Si cada día se descubren nuevos tipos de bacterias y a su vez nuevos antídotos para combatirlas, quiere decir que la evolución jamás tendrá fin. Lo que demuestra que el aprendizaje continuo es parte de nuestro sustento emocional y operacional, con el cual nos dotamos de la confiabilidad de conocimiento, transmitiendo sustentabilidad a quienes necesitarán de nuestro futuro desempeño profesional.

Vale la pena considerar que el desarrollo de los estudios en la odontología, no denotan un proceso específico, puesto que se considera al paciente como un ser con diversas características (de género, edad, educacional y económica), insertados en la sociedad.

Por lo antes mencionado, la salud integral de nuestros pacientes, será un proceso que denota principios de aprendizaje, desempeño, enseñanza, juicio y criterio para el óptimo trabajo clínico.